La inocencia es la
manera de disfrutar
"Había un hombre
muy culto, Mahatma Bhagwandin. Lo conocí cuando yo era muy joven y él muy
anciano. Solíamos pasear juntos por el bosque, y él sabía muchas cosas. Sabía
los nombres de todos los árboles, los nombres en latín, los nombres de todas
las flores y sus propiedades, sus usos medicinales, todos los milagros que
podía hacerse con las raíces de los árboles, sus flores y sus hojas.
El primer día le escuché
hablar durante tres horas sin parar, mientras estábamos en el bosque. Y el
segundo día le dije: "Usted sabe tantas cosas que no creo que pueda
morir".
"¿Qué te hace pensar
eso?", me respondió.