Pero no preguntes qué ha pintado, qué belleza ha creado en el mundo, qué poema ha compuesto, qué canción ha traído a la existencia, qué música, qué danza, qué invento. "¿Cuál es su creación?", te dirán: "¿De qué estás hablando? ¡Es un sannyasin! . Simplemente se sienta en el templo y permite que la gente toque sus pies, eso es todo". Y hay tanta gente sentada así en la India...
Mi concepción de un sannyasin es que su energía tiene que ser creativa, que tiene que traer un poco más de belleza al mundo, que tiene que traer un poco más de alegría al mundo, que tiene que encontrar nuevas formas de danzar, de cantar, de hacer música, que traerá bellos poemas. Creará algo, será creativo. Los días de los sannyasin sin creatividad se han terminado. El nuevo sannyasin sólo puede existir si es creativo.
Debería contribuir con algo. Permanecer sin creatividad es casi un pecado, porque existes y no contribuyes. Comes, ocupas espacio, y no contribuyes con nada. Mis sannyasins tienen que ser creadores. Y cuando estás en profunda creatividad, estás cerca de Dios. Eso es realmente la oración, eso es la meditación... Dios sólo conoce un lenguaje, el lenguaje de la creatividad. Por eso cuando compones música, cuando te pierdes en ello completamente, algo divino empieza a filtrarse y a salir de tu ser. Esa es la alegría de la creatividad, ese es el éxtasis..."
Osho, El Sutra del corazón. El encuentro del Buda interior.
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