El
planeta más parecido a la Tierra en tamaño y gravedad es también nuestro vecino
más violento. Además de una eterna lluvia torrencial de ácido y una temperatura
capaz de derretir el plomo, Venus está rodeado de un campo eléctrico monstruoso
que pudo expulsar el agua de su atmósfera.
Se cree que todos los
planetas con atmósfera están envueltos en un campo eléctrico débil, pero el de
Venus ha resultado ser de cinco a diez veces más grande que el de la Tierra, el
de Marte o el de Titán (la luna de Saturno). Según nuevos datos recogidos por
la sonda Venus Express de la ESA, el «viento eléctrico» del planeta hermano es
tan fuerte que es capaz de acelerar el oxígeno de la atmósfera hasta hacerlo
escapar de la gravedad hacia el espacio. «Nunca imaginamos que un viento
eléctrico podía ser tan poderoso, es un monstruo oculto en el cielo, es algo
que debemos buscar también en los planetas habitables de otras estrellas»,
explica Glyn Collinson, autor principal del estudio publicado este lunes en
Geophysical Research Letters. El hallazgo puede explicar por qué la atmósfera
de Venus —un planeta que se formó a partir de materiales similares a la Tierra
y que tiene una presión atmosférica 100 veces mayor— contiene entre 10.000 y
100.000 veces menos agua que la atmósfera terrestre. La temperatura del planeta
pudo evaporar sus antiguos océanos, pero algo tuvo que hacer desaparecer ese
vapor.
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